El Francisco
Antonio Zea, un colegio que sabe vivir la ruralidad
Última actualización en Viernes, 17 Agosto
2012 14:51
Con el propósito de conservar
vivas las tradiciones rurales y concienciar a los estudiantes sobre la sana
alimentación, la Sede B del Colegio Francisco Antonio Zea desarrolla un
proyecto para que los estudiantes siembren, cosechen, cuiden y disfruten de sus
propios alimentos
Después de dos meses de haber
plantado sus semilleros en pequeños cajones, los y las estudiantes se disponen
a trasplantar sus productos a la huerta, una pequeña área de tierra con la cual
un padre de familia se suma a este proyecto escolar. La iniciativa pedagógica
busca conservar la tradición de la siembra (tan característica en Usme), para que no se pierda con las
nuevas generaciones.
Ya en la huerta, cada estudiante
se encarga de trasplantar a tierra firme la planta que cuidó con el propósito
de convertirla en una hortaliza libre de químicos, cultivada con sus propias
manos y apta para el consumo en unos meses.
Fresa, pepino, remolacha,
zanahoria, lechuga, cilantro, espinaca, y plantas ornamentales hacen parte de
esta granja que es cultivada y cuidada por los 250 niños de primaria que
estudian en el Francisco Antonio Zea, quienes en sus clases de ciencias
naturales reciben la información de por qué es importante mantener una sana
alimentación y conocen recetas que prepararán con sus productos.
“La propuesta nace de la
necesidad de nutrición de nuestros niños, quienes a pesar de tener todo a su
disposición por su entorno rural, no tienen esa sensibilización hacia la buena
alimentación, aquí desarrollan los sentidos, la oralidad la escritura, este es
otro ambiente de aprendizaje, es compartir entre ellos, es no olvidar cultivar,
es vivir el aprendizaje colaborativo” aseguró
la profesora Aura Lucía García, quien fue la primera en dar ejemplo al plantar
su propia lechuga.
Además de
sus semillas y sus plantas, cada estudiante lleva un ‘cuaderno viajero’ en el
que plasman la experiencia vivida durante la jornada de siembra, y que sirve
como bitácora en todo el proceso de crecimiento de las plantas. Una vez los
cultivos den frutos, los estudiantes investigarán recetas que puedan preparar
con ellos y harán un festín gastronómico en el colegio con productos cultivados
con sus mismas manos.